jueves, 11 de noviembre de 2010

Los días que pasamos juntos.

Hoy desperté y comencé a rememorar los días que pasamos juntos…

Tu sonrisa me deslumbró,

distintas melodías afloraban a mis labios para entonar canciones de cuna. Todo era perfecto, amor.

Entre tus brazos pude sentir como volvía a mi esencia, esencia de amor puro, limpio, transparente…

que gozo haber compartido todos aquellos momentos.

Por aquel entonces las  estrellas brillaban más porque nosotros así lo pedimos. Nos quisimos tanto,  que la despedida fue de un dolor desgarrador.

Mi corazón sabía de tu partida mucho antes de que se materializara, creí que estaba preparada, aunque durante la metamorfosis llegué hasta dudarlo, pero  hoy mirándome con la transparencia de la infancia  sé que lo estaba.

Tenía que crecer.

A tu lado  mi espíritu hubiera quedado congelado, y esa, amor, no es la misión que Dios quería que yo cumpliera.

Fueron momentos de oscuridad absoluta, de fría soledad, de caminar arrastrando mi alma, perder la noción del tiempo, llegar hasta lo más hondo de mi ser perdiendo  la dignidad, mi respeto, el tuyo, el nuestro … pasar por el proceso de transmutación en todas sus facetas, caer muerta exhausta, para poder volver a nacer desde la conciencia, desde el gozo,desde la lucha, desde el amor, desde el saber que no tengo que perderme en el otro.

Hoy desde mi alma te doy las gracias a ti y a cada una de esas personas que pasaron por mi vida para hacerme crecer, agradecerles infinitamente su presencia  a las que ahora mismo están y aquellas otras que estarán y aparecerán cuando este preparada.

Desde el ser que hoy soy

Hasta siempre amor.

Gaya